Sábado por la noche de nuevo, al menos tengo una invitación para asisitir a un cumpleaños, por allí en esta progresita capital, peor es estar en casa sin que nadie te haya considerado, par nada. Me gusta flojear con todas sus letras y honestamente me hacía falta una injección contundente de televisión por cable al por mayor, echaba de menos las películas gringas donde todos terminan felices y aprenden alguna weá, o las series gringas donde arreglan casas que estaban en condiciones paupérrimas y quedan como palacios. Me gusta también vivir en la inanición con las cortinas cerradas y las idas necesarias al baño, me gusta no bañarme y consecuentemente no salir. Me gusta que no me vean. Pero me preocupa sentirme triste, vacía, sin ganas, eso pasa a intervalos y es parte de mi crisis personal de primavera.

Tengo lata de salir porque donde sea que uno vaya todos los minos son feos, chicos o pasados de peso, la cosa es que ya ni para mirar da la cosa, crisis total. El príncipe azul ya no llegó, estamos en proceso de aceptar eso, pero ¿nada para mirar? o sea, por favor... Es por eso que me gusta ver televisión, todos se ven bien, en cualquier canal te aparece un Alec Baldwin de 30 años, regio, sin canas ni arrugas, o tu Ryan Reynolds, pero uno sale a cualquier lado y lo único que aparece son sustos de media noche, entonces a una le quitan todas las ganas de siquiera bañarse. Cero producción hoy, si llego a salir por respeto a la sociedad pasaré por debajo de la ducha, pero no me pidan que me peine, ni que me ponga maquillaje, ni que elija ropa, reciclaré lo que hay de la montaña de cosas que usé durante la semana.

Algún día, cuando viva en un país con minos, me arreglaré como la loca de la foto y saldré a la caza del galán dueño de un Audi top en ese año, soltero, sin dramas, con cuentas bancarias en paraísos tropicales, con magisters para tirar al cielo, con un nivel intelectual exigiente, pero malo en la cama, que lo más probable sea que no me pare un pelo, pero sin embargo, todo eso se verá compensado por otras cosas importantes como lo son, la paz y la tranquilidad. Naaaaah! Creo que no quiero eso, por ahora. Por el momento me tragaré todos los dramas, los fracasos, la inestabilidad, la rabia, los llantos, las ganas de matar y morir, etc que pululan por éstos lados.