Tomás. ¿Dónde te metiste? Necesito urgente saber de ti. Ya no soporto más la tensión de estar sin ti. Te necesito solo. Liviano. Saludable. Impetuoso. O sea... te necesito a ti en tu forma original. No hay mañanas, no hay nada más. Necesito urgente de tu liviandad.
Sé que últimamente te llamo sólo para aliviarme de otros temas, pero queda tan poco tiempo antes de que todo se esfume. ¿En qué andas Tomás? ¿Terminando el semestre? ¿Cumpliendo metas? ¿Ambas juntas?
De veras te necesito... siento que me falta algo si tu no vienes, me falta la calidéz de sentir que después del vacío siempre estás tu, la eternidad y el placer, aunque parezcan distantes.
Sé que he andado por lugares donde tu jamás te aparecerías. Los mensajes llegan pero no respondes. Tomás!! No entres TU en ésta clase de juegos!!!! POR FAVOR. Tu no eres así, no eres para eso. No eres para que te persiga, sino para que te encuentre. No te caigas.