Tomás, a veces quiero tanto verte que te invento en donde no existes. Me torturo pensando en que aparecerás, donde es imposible que lo hagas. Eso es, mantener la ansiedad en su punto de ebullición. Como no existes, no sucede nada. Entonces, es tan fuerte el deseo, que te grito tu nombre al viento y tu nunca respondes. Yo quiero, deseo, añoro que llegues, pero me quedo sin tu compañía. ¿Dónde estarás Tomás? ¿Me quieres ver tu a mi?

A veces me canso de tu auscencia y de tu prescencia.
Quisiera no verte más.
Quisiera rasguñarte.

Seré la mujer infiel, insatisfecha, que cruza la puerta, cansada y con el aroma de cualquiera que no será el que espera sentado pensando en nada, el que no desconfía. Será el aroma de Tomás el que se quede pegado en mi cuello, en mi abdomen, en mi espalda, entre mis piernas. Será Tomás la tentación invisible y constante.
Querré estar tranquila, seguir una rutina, ser feliz o menos infeliz, pero siempre me mortificará la auscencia de Tomás en mi vida, el que me hace reír, el que me da vida, el que me hace sentir mujer.
Serás siempre Tomás, esa sombra que persigo.

Komm Thomas, komm her!!
Thomas ist der Engel, der mich vom Sterben retet.
Thomas ist die seele meiner Triebe.
Thomas...