La verdad de Jenifer

No soy Jenifer, sino Jenipher, no trates de cambiarme. Yo soy como soy y me dejo llevar. Por supuesto que hize todo lo que me dijiste que haga, pero a mi modo, pensando que así sería mejor, mucho mejor que tu plan. Que así, sí superaría tus expectativas y las mías propias, que al fin te enorgullecerías de mi, que quedarías contenta y que saldrías ganando mucho más. No tenía cómo saber que el tema no resultaría del todo bien, si "einmal ist keinmal" no puedo saber cómo mezclar los componentes de manera perfecta. Debo seguir tratando, experimentando. Hasta lograrlo. Entonces no me puedes matar, sólo puedes quitarte todo ese orgullo de encima y perdonarme una vez más, darme otra oportunidad de demostrarte que sí puedo hacer las cosas bien, que sí te daré más alegrías que tristezas.
Me enseñaste a ser libre, de elegir lo que yo creo que es mejor en el momento oportuno, pero no me puedes enseñar a ser perfecta, entonces, siempre corremos el riesgo de que algo salga mal en tus planes, en mis planes, en nuestros planes.
Sé que todo eso era importante para ti y para todas nosotras. Y hasta te escuché cuando me decías que "no", pero la última palabra la tenía yo.
Yo elegí hacer todo lo que hize. Ejecutar el plan con mis mejoras o defectos.
Yo no me arrepiento de nada. No hemos perdido nada, creo. Tampoco ganamos, pero no se puede siempre ganar. Tenemos que buscarle el punto positivo y enmendar lo que salió mal, o pudo haber salido mal. Ves que sí puedo tener la cabeza fría también.
Para mi todo estuvo ok, excepto por un par de detalles, que lo siento mucho, deberé responsabilizarme por ellos, y juntas deberemos retomar el tema, con otro plan. Al fin y al cabo, tu siempre tienes otro plan. ¿No?