A mi me gusta Tomás. Tomás teme al compromiso. A mi no me gustaría Tomás si exisitiese la posibilidad de comprometerme, perdería su brillo, ya no sería fresco, refrescante ni radiante. No sentiría ya pasión por él. Dejaría de ser Tomás, y al no ser Tomás, yo ya no sentiría lo mismo. Hoy le dije "Tomás, tu me gustas", y pareció no haberlo entendido en un 100%, puso cara de "A ver...", pero antes que dijese más, le dije, "Me gustas así, libre, sin compromisos, sin rollos, sin dramas, sin cosas patéticas", y se quedó tranquilo, aparentemente. Créeme Tomás, es verdad, tú eres mi amante. El que yo escoja para cosas patéticas, amarras, dramas, rollos, mañas, etc no podrías ser tú, porque tú, eres la belleza y lo ligero, eres ese misterio que saboreo cuando te extraño, cuando estás por venir. Ese que yo escoja para lo que mencioné en la línea anterior, no tendrá tu brillo, tu frescura, tampoco será radiante, será como dice una canción, "un tipo frío y aburrido", un tío fome y sin gracia, para el que siempre me va a doler la cabeza, las pechugas, se me adelatará el period, no voy a tener ganas, estaré estresada, me dará mucha lata que ponga un dedo encima, hasta la vagina se me va a enconger para que me duela a drede, todo porque no me despierta ni el más mínimo deseo, porque siempre estará Tomás in my mind.