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Tuesday, February 20, 2007


Susanita


Mi preocupación más grande en este perciso instante es obtener el Office más moderno, completo, "bakán", "cabrón", funcional, fácil de manejar, para lograr hacer la entrega de mis trabajos de manera más pulcra, perfecta y aterrizada posible. Mi preocupación para mañana es tener trabajo y parar la olla mientras respire, tener un seguro de salud, jubilarme algún día, si alcanzo a vivir hasta la edad en que me tenga que jubilar. Otras preocupaciones son: tener techo, comidas, viajes, experiencias nuevas, mi postgrado, un posible automovil, una bicicleta, mantener mis equipos tecnológicos actualizados, seguir teniendo dinero para salir, comer, bailar, tomar, fumar, ir al spa, masajes, manicure, peluquería, cremas, ropa, etc... Por casualidad mirando unos papeles que no son míos y de puro intrusa me encuentro con una invitación a una boda que ya se realizó, la sopresa, la novia: una ex conocida, cuasi amiga de hace muchos años atrás, de esa época en que uno tiene aún MÁS mundo por delante. Si bien todavía queda muuuuucho por vivir, hay mujeres que tienen otras preocupaciones, que no se parecen a las de una. Es increíble ver cómo la vida nos trata a todas de forma tan diferente, unas vamos a la universidad para aprender, obtener un cartón y seguir con ésto que se llama vida, con la opción de esperar y esperar, egoístamente, a veces, a que llegue un hombre que una elija y quizás casarse. Digo QUIZÁS. Otras, van a la universidad a ver qué marido encuentran, y patear la tésis porque viene un matrimonio, tamaña preocupación en la que farrearse miles y millones de pesos en una sola fiesta. El sueño de todas las Susanitas, casarse y tener muchos hijitos.
A ésta edad poco es lo que se ha visto de mundo, a penas un rayo de luz mañanera que entra por las cortinas de forma tímida, que nos muestra una pincelada de lo que queda del día. Aunque el sol entre en la mañana brillante y poderoso, no quiere decir que el resto del día todo siga igual, pueden llegar las nubes e incluso puede levantarse una tormenta, con tifón y todo incluído. Pero algunas sólo sueñan en casarse, y ¿Qué le sigue a ese momento en que una entra del brazo del padre, vestida de blanco, nerviosa rumbo al altar a los brazos de otro hombre más que en unos cuantos minutos pondrá en nuestros dedos una argolla símbolo del "amor" que se profesa delante de un Cura o un Pfarrer y de la recepción en alguno de los lugares de moda o buen gusto del lugar que rodea el escenario de tan magno evento y tan distinguidos invitados? Candidatos a respuesta son, aparte de un viajecito de luna de miel que no dura más de 15 días, con suerte, al destino que sea, sigue la lapidante e inevitable monotonía del día a día, por más enamorada que una mujer vaya al altar, la monotonía se transformará en su mejor amiga, la falta de libertad de poder hacer y decidir por una misma, el llegar a casa y tener por obligación las cosas listas y bonitas, las restricciones, y no menciono los hijos porque es tema aparte. Cualquiera de esas ideas me mata. Me mata de dolor saber que no puedo lidear con tal perspectiva. Si llego a aburrirme prefiero no tener que verle la cara a nadie, sola, todo es más fácil; llego, me encierro en mi habitación, me cubro con mil frazadas y duermo, un par de raviotriles siempre a la mano facilitan un profundo y largo sueño para olvidar cualquier dolor, aburrimiento y mal rato, enojo, roce, etc, pero sola.
¿Por qué Susanita? ¿Por qué te casaste? Siempre fuimos demasiado distintas como para ser amiguis del alma ¿pero acaso no había nada más que esperases de la vida que no sea casarte y tener muchos hijitos? Me pregunto si terminaste tu carrera, si te casaste con el hombre que tu querías o si fue con el primer imbécil que quiso casarse contigo. Lo más probable es que haya sido la segunda. Ya me imagino tu fiesta y todo el escándalo que habrás armado sólo por unas cuántas horas de celebraciones y ritos, y ahora que ya todo pasó, ¿qué haces Susanita? Te quedas en tu casa esperando a que tu marido llegue del trabajo, a ver si te pesca y hacen algo, o le tienes la comida lista para que cene y hablen unas cuantas vanalidades, vean televisión y ya se queden dormidos antes de las 12 am, porque mañana, supongo él tiene que ir a trabajar, ¿y qué hay de ti Susanita? ¿trabajas o te casaste por apuro? si no trabajas, entonces te quedas en tu casa decorando la habitación para algún bebé que está por venir, ¿y dónde queda el resto de vida que hasta hace unos cuantos años tu también tenías por delante?
Ya me imagino, la edad avanza sin contemplaciones, y no sé si sea capáz de agachar la cabeza SIQUIERA para decirle que sí a un noviazgo con el único hombre que acepte ser mi compañero, menos decirle que sí para un posible intento de matrimonio. Todas queremos algo mejor para sí, es simplemente que a veces, las cosas no parecen funcionar como una quiere. Hoy pienso, como siempre, que no voy a darle el sí a un compromiso que sea literalmente "lo que botó la ola", será entonces que dignamente me acepto a mi misma, me cargo sola, y sigo, con la cabeza en alto, por que yo quiero ser yo, estar conmigo misma, y a RATOS tener lo que botó la ola para cinco mintos porque yo quiero, y tener lo que yo quiero tener, luchando y llevando mis fracasos y triunfos en la espalda.

2 "yo opino's":

Jaskask said...

la única susanita que conocí, era más bien una bobanita.

de las pocas mujeres que me rodean, ninguna es susanita.

quizá en unos años, todas lo sean.

será difíl enterarme de aquello.

Unknown said...

Hola, no recuerdo como llegue a tu blog (creo que esa es la gracia de todo este cuento). Te puedo decir algo? Yo anduve por los caminos de la susanita y realmente se siente fatal. Probablemente fue porque no era "el amor de mi vida", pero talvez esa sea solo otra cosa que te programan en la cabeza. Estoy ya separado (un acto de sinceridad) y vivo con mis dos hijos. Ellos eran lo rescatable de toda la historia (el resto es de terror). No volveria sobre mis pasos, pero lo digo ahora que he vivido la paternidad (siempre he creido que "ex-post" no vale. No soy el mejor consejero de todas maneras). Me parece que cada cual debe vivir lo que decida vivir, sin tratar de creerse dueno de la verdad. Yo no me habria casado (lo tenia clarito desde un comienzo) pero si me dijeran vuelve el tiempo atras, perdiendo mis hijos... bueno... no fue tan malo. Sobretodo lo siento cuando me despiertan en las mananas para que salgamos a hacer lo prometido. Si conozco "el amor de mi vida" y no se espanta de que ya tenga el camino algo recorrido, pensare en compartir mi vida con alguien mas. Otherwise, I won't.

Saludos... cuidado con el ravotril.