El 14 de Febrero de cada año se me pasaría desapercibido si no fuera porque en algún minuto tengo que mezclarme con lo que el resto de la gente hace, por a, b o c motivo. Una que es tan ocupada y dedicada por su trabajo e intereses personales, vaga por el mundo paralelo al de los imaginarios sociales, y si de imaginarios sociales hablamos, éste es el más absurdo de todos, quizás, no sé!! hay tantas cosas absurdas que dependiendo del día, a todas "les toca su santo", pues bien, el santo día del imaginario social más tonto es hoy, el día de los enamorados, púdrete donde quiera que estés San Valentín, a todo ésto, who's that guy??!!

Inevitablemente ALGO tenía que pasar, nada que ver con vida personal y me vi forzada a salir y toparme con ene parejitas celebrando, comiendo, sentaditas tomándose de la mano y blah blah blah. No siempre mi vida estuvo tan ocupada ni tan llena de "amargura" como pueden decir los típicos ilusos que se dejan conmover con cualquier patraña y creen toooodo lo que las técnicas de márketing publican. Alguna vez también tuve con quién salir a cenar, andar de la mano y tener sexo en un día como hoy, era ideal, me hubiese casado con él, lástima que como el 99,9% de mis historias, a las par de semanas se tenía que ir a su país frío, plano, chico y multimillonario, y yo me quedé acá, muy resignada, en mi país montañoso, extenso, con diferentes relieves y pobre. Desde allí el tal San Valentín no se acordó más que yo existía o me vio muy ocupada oliendo el exiquisito aroma de mis mejores amiguis de papel verde.

Me he convertido en eso. Alguien que sólo vela por tener para poder seguir bebiendo del nectar que satisface mis deseos, adquiriendo trapos que eventualmente se van a desteñir y poder mantener la ilusión de que en algún minuto sí voy a tener el lugar que me merezco en alguna junta directiva... vaya sueños! y así se me han ido miles de vacaciones, han desfilado miles de hombres y bolteas de gastos. Pero todavía no desisto de mis intenciones. Quizás algún día me despierte en la habitación de algún hotel, en la mejor suite del recinto, con una cama king size un día como hoy, llena de papeles para exponer sobre algún chamuyo en el cual supuestamente soy la "experta" y completamente S O L A, vieja, arrugada y vacía.

Queda el consuelo de que en un día como hoy las amiguis que están solas o en desgracia se unen para hacer números grandes en mesas ampliadas, para gritarle al mundo que es mejor estar sola que mal acompañada.