Neblina
Sí, ese es el título de este post. Lo es porque hoy en la mañana estaba muy calentita durmiendo y soñando que me tenía que ir de imprevisto a París y justo cuando estaba aterrizando en Sao Paulo, resulta que me sonó el despertador y me negaba a despertarme porque, obvio, yo quería llegar a Paris. Sólo llegué hasta el baño, donde me di una larga ducha sacadora de sueño y de nuevo a vestirme y salir de mi casa rumbo a la rutina, que no es precisamente París.
Para variar hoy había neblina en la mañana, no era muy densa, pero lo suficiente como para que haya un taco horrible, para que se me atraviese gente. Estoy tan chata de andar siempre a la misma hora, porque no tiene sentido salir antes y hacerlo después es peor. Esta ciudad penosa, llena de pobres weones. Sí, ando muy mala, ya no veo gente, sólo veo "gente de mierda", es el estrés de la lucha en la mañana contra el reloj. Me he dado cuenta que hasta la persona más educada y condescendiente se vuelve un roto de mierda en esta ciudad, es tan difícil no hacerlo.
A veces Ana me llama, pero me habla cosas incoherentes y honestamente no he tenido tiempo para prestarle atención, así que entre darle atención a medias y mal, prefiero no darle. Ya tendremos tiempo de conversar un poco. En todo caso, todo el mundo anda en otra, y yo también, por su puesto.